¿Cuáles son los riesgos inherentes de los centros de BESS y cómo pueden superarlos los operadores?


Los sistemas de almacenamiento de energía de batería (BESS) están revolucionando la forma en que impulsamos nuestro mundo, actuando como la fuente que mantiene el flujo de energía renovable incluso cuando el sol no brilla o el viento no sopla.
Como columna vertebral de la infraestructura energética moderna, BESS desempeña un papel crucial en el equilibrio de la oferta y la demanda. Sin embargo, con la creciente adopción del almacenamiento de baterías a gran escala viene la responsabilidad de los fabricantes, los gerentes de las instalaciones y los reguladores de gestionar sus riesgos de forma eficaz.
La fuga térmica es el equivalente a una sobrecarga del sistema. Es una reacción en cadena peligrosa en la que una pila sobrecalentada pierde su estabilidad y comienza a encender a sus vecinos, desencadenando una tormenta de fuego que es increíblemente difícil de contener. Resulta especialmente preocupante cuando se trata de baterías de iones de litio utilizadas en productos como vehículos eléctricos, componentes electrónicos portátiles y almacenamiento a escala de red.

Al igual que una sobretensión eléctrica que fríe un circuito, las fugas térmicas se intensifican rápidamente, poniendo en riesgo vidas, infraestructuras y seguridad energética.
Varios factores pueden provocar que este fenómeno peligroso se encienda, incluidos:
Las consecuencias de un incendio de BESS pueden ser graves, lo que provoca pérdidas financieras masivas, inestabilidad de la red y daños ambientales. Y cuando se considera que estas unidades de almacenamiento a menudo se instalan cerca de otra infraestructura de alta energía, el potencial de desastre se multiplica.
Con la adopción de unidades BESS en aumento en todo el mundo, que se elevan en más del 50 % solo en 2024*, los posibles riesgos deben gestionarse de forma que se protejan a los trabajadores, los activos críticos, las comunidades y el medio ambiente.
La mejor forma de evitar el embalamiento térmico es detectar anomalías térmicas antes de que se intensifiquen. Pero sin las herramientas de supervisión adecuadas, los operadores se quedan en la oscuridad, a menudo sin conocimiento de los peligros ocultos hasta que es demasiado tarde.
Ahí es donde la tecnología termográfica desempeña un papel fundamental. Al ofrecer una vigilancia continua de la temperatura en tiempo real, la termografía avanzada puede alertar al personal de situaciones peligrosas a medida que se desarrollan, de modo que no pase desapercibido ningún punto caliente más allá de las especificaciones. Al igual que un disyuntor que evita una sobrecarga eléctrica, la supervisión térmica actúa como a prueba de fallos, lo que permite a los gerentes de las instalaciones detectar y abordar las baterías recalentadas antes de que se enciendan.
Para que las operaciones de BESS sigan funcionando sin problemas sin riesgo de derretimiento, los sistemas de supervisión térmica deben ofrecer:
Con una resolución térmica de 640 × 480, tecnología FSX® (mejora de escena flexible), análisis de vanguardia y campos de visión ofrecidos de hasta 80°,
La tecnología BESS se está cargando por delante y, con ella, la responsabilidad de mantener los sistemas de almacenamiento de energía seguros y estables. Si no se supervisa, la fuga térmica podría hacer que el progreso de la energía renovable se ponga en peligro, lo que pondría en peligro los beneficios de la resiliencia de la red, la sostenibilidad y la seguridad energética.
Al integrar la termografía de vanguardia en la infraestructura BESS, los operadores pueden mantenerse por delante de la curva, evitando que pequeñas fluctuaciones de temperatura provoquen desastres masivos. Porque en el mundo del almacenamiento de energía, la detección temprana no es solo una idea brillante, es la única forma de mantener la energía encendida.
Obtenga más información sobre las soluciones para la detección temprana de incendios en BESS y otros sitios industriales aquí.
*Según la firma de inteligencia de mercado Rho Motion